De lo viejo y de lo inédito

De repente...un rincón para escribir y publicar, lo nuevo y lo viejo

jueves, 6 de enero de 2011

La Festividad de los Reyes Magos

Ya con 5 años averigüe la verdad. Mejor dicho, mi hermana mayor me quitó la ilusión de un plumazo, así, sin anestesia y sin medir las consecuencias. Y las consecuencias no fueron otras que las de crecer con un trauma. ¿Por qué son así los hermanos mayores? Con lo feliz que se crece en la ignorancia. ¿Le pedí yo saber la verdadera identidad de los Reyes Magos de Oriente? No. Sobre Papa Noel o Santa Claus no me dijo nada, no me dio datos. ¿?
Después, mis padres. Sí, sí, mis ‘Reyes Magos’ también me han traumatizado hasta que, con los años, me planté y reivindiqué mis derechos que no eran otros que el de lograr dos regalos diferentes, lograr separar mi cumpleaños y los juguetes de los Reyes. Claro, como mi madre me decía que yo fui su ‘regalo de reyes’ porque nací cuatro días después de esta festividad y no debió de recibir nada más, pues ella se ha pegado toda la vida regalándome cosas para Reyes y “que te sirva también como regalo de cumpleaños”. ¡Y un cuerno! No, no me servía para mi cumpleaños. Una cosa es una cosa, y los Reyes Magos son tres y vienen de Oriente.
Ahora, los Reyes ya no pasan por mi casa, y mis padres (para los que fui un regalo, o eso me decían), ya no me regalan nada por mi cumpleaños. Tanto reclamar para quedarme la final, con una mano delante, y otras detrás.
Por eso, sin quererlo, le he cogido tanto cariño a Papá Noel...

miércoles, 5 de enero de 2011

De repente...dejar de fumar

Soy una de tantos. Soy una que ya ha intentado dejar la nicotina en 3 ocasiones. ¿Será esta vez la definitiva? La cosa está chunga, chunga, chunga...Ni en bares ni en restaurantes...ni en la calle por si hay niños o pasan por delante de un hospital o de un colegio...Solo puedes fumar en la intimidad de tu hogar...¡Un aburrimiento!
Por ahora no me cuesta estar en un establecimiento hostelero (en un bar, vamos) sin encender un cigarrillo, y tampoco estoy pensando en salir a la calle para fumar...¡Es tan ridículo! ¡Si estas de bares estas de bares, no de calle...! Aunque claro, el síndrome de abstinencia es tan duro que igual termino arañando la cara de alguien...
Yo me rindo. Lo que mis padres nunca me han prohibido (ni aplaudido, por supuesto) me lo prohibe el Estado. Primero con los altos precios de los paquetes y después sitiándonos y apartándonos del resto de la sociedad.
La primera vez que fumé en un lugar especial fue en un aeropuerto europeo y era un espacio delimitado en forma de pecera...¡Me pareció humillante! La gente que pasaba por allí nos miraba como si fueramos una especie en extinción, como si nunca antes hubieran visto personas echando humo por la boca.
Así que esto es una declaración de intenciones. Ha llegado el momento. No puedo contra mi enemigo...Quiero pertenecer a ese selecto y admirado grupo de ex fumadores.