Me apetecía hablar de la fiesta de cumpleaños que organicé este pasado fin de semana con tapersex incluido. Divertidísima. Pero como estoy en terapia para abandonar el dichoso hábito de fumar, he optado por cambiar el tema. Ya lo siento, de verdad, pero necesito hablar de mi problema.
Desde el domingo (hace hoy 3 días, cuando salga la columna en publicada en Diario de Teruel llevaré ya 4) estoy dejando de fumar. Y qué largos son estos días…estoy segura que tienen más de 24 horas.
No sabía lo duro que podía ser porque no lo había intentado nunca. Ni es serio ni en broma, nunca. Y algún pitillo ha caído. ¡Y me siento fatal!
No tengo fuerza de voluntad, pero es que ahora todo me recuerda al tabaco. Justo ahora, en las noticias, lo más importante es la nueva Ley Antitabaco con la que no se va a permitir fumar en ningún establecimiento. Y venga tertulias, y venga reportajes…Así no me ayudan nada. No hago más que ver a gente echando humo por la boca.
Así que yo misma, con estas manitas, he optado por cambiar alguna de mis rutinas para evitar los cigarros sin sentido (ya sé que todos son sin sentido, pero algunos se pueden llegar a justificar, ¿no?). En la parada del bus. Ahora he decidido ir en bicicleta o andando. Dos cigarros que ya no echo de menos…y que piernas se me van a poner. El café de media mañana, lo he cambiado por un zumo de naranja natural o comer mandarinas, lo que supone otros dos cigarros menos. Ver la televisión por la noche. La opción es dormirme a las diez y media de la noche. Cinco o seis cigarros menos, y además, ya que tengo que llevar el mono a cuestas, voy mucho más descansada.
El problema es que como dormir es lo que me resulta más efectivo, duermo a media mañana, después de comer, por la tarde…Pero oye, ni ojeras ni bolsas debajo de los ojos, pero con una ansia que puede conmigo.
Ayer, para evitar dormir hasta la hora de la cena, me fui a un centro comercial (libre de humos) pero cuando empecé a subirme por las paredes porque las ganas de inhalar nicotina me mataban, atraqué una tienda de frutos secos. Bolsa de patatas, cortezas de cerdo, tres clases de chupachups, y piruletas…Ya no voy a oler a tabaco, sino a chuches y cítricos (con lo que odio el olor a mandarina).
FELIZ VERANO
Hace 2 días
Animo! No desesperes! Tu lo lograras!
ResponderEliminarPor cierto, yo también odio el olor a mandarina, pero solo cuando te queda en las manos!
ResponderEliminarGenial. No desesperes con el tabaco
ResponderEliminar