De lo viejo y de lo inédito

De repente...un rincón para escribir y publicar, lo nuevo y lo viejo

martes, 9 de febrero de 2010

Jazz está estresado

Tengo al gato estresado. Está bajo de ánimo. Lo veo apagado, sin ganas de jugar, ni de comer. Está triste porque el domingo le invadieron su territorio. Violaron su intimidad y su tranquilidad. Acostumbrado a ir de la cama al sofá y del sofá a la cama (sí, sí, como el anuncio de Ikea), y otra vez al sofá, desde el fin de semana ya no es el mismo.
El domingo, como hago una vez al año (porque a generosa no me gana nadie), invité a mi familia a comer por mi cumpleaños. Claro, somos familia numerosa y además, ya ha crecido con mi sobrino, mi pequeña casa parecía el camarote de los hermanos Marx. Salía gente por todas partes.
Pues bien, está comida anual es como jugar al tetris. Hay que acomodar a más de 10 personas en una casa de menos de 50 metros cuadrados. Ponte tú aquí para poner yo esto allí…Es un ir y venir de sillas y personas. Y en medio de este alboroto, Jazz. Él estaba en el dormitorio, pero claro, había que dejar los abrigos en algún sitio. Por eso, cada vez que alguno de los miembros de mi familia entraba a dejar el abrigo, el bolso o la bufanda, Jazz les saludaba con unos extraños sonidos guturales que eran de todo menos amistosos. Y les enseñaba los dientes como diciendo “un paso más y serás historia”.
Estaba agotada. Entre sentar a todos en un sitio lo más cómodo posible y acompañar a la gente a por el móvil al bolso, a por pañuelos de papel, o cualquier otra cosa que estuviera en el dormitorio para que Jazz no les atacase, acabé hasta más arriba del moño.
Y en medio de todo este follón, mi sobrino. La criatura tiene 6 años, y encerrado en una casa, parece que se multiplique por 10. Veía sobrino en todos lados. ¡Qué energía! Menos mal que donde estaba el gato, se abstenía de entrar, e incluso de pasar por la puerta, porque desde dentro del dormitorio, el gato le profería su particular saludo de gruñidos y gritos.
Está claro, desde el domingo Jazz no es el mismo…Demasiada gente a la que tener a raya.

Columna publicada en Diario de Teruel el 13 de enero de 2010

3 comentarios:

  1. jeje me ha recordao un chiste lo de tu sobrino

    Dice: Señora! dígales a sus hijos que se estén quietos ya!! leche!!!
    Señora: No!! Si es solo uno, pero es que es muy nervioso.

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  2. muy divertida la historia de tu familia, sobre todo lo del sobrino que se multiplica... a los mios les pasa lo mismo

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